Serguei Kara-Murza

Liberalizaciўn de Rusia: errores b sicos del proyecto

En Rusia que representa un complejo sistema ‚tnico, cultural y confesional, se realiza un ambicioso proyecto de ingenierЎa social sin precedentes. Se intenta encajar este sistema en las estructuras de la economЎa liberal, la de libre empresa. A veces se habla, incluso, de la "vuelta a la civilizaciўn", en una especie de "parto al rev‚s" de nuestro socialismo, de este ni¤o nacido en traumas sangrientos y hoy declarado deforme. El ni¤o ya est  desmembrado y preparado para esta operaciўn sin par (­vaya suerte la de la "civilizaciўn madre"!)(1).

Tres fuerzas sociales y culturales inspiran este proyecto, dos "puras" y una "obscura". La primera es nuestra inteligentsia de alma pulcra, los nietos de Trotsky y Gaidar que han conservado la ingenua convicciўn de que tienen derecho divino a llevar con mano f‚rrea a las "masas irracionales" hacЎa uno u otro tipo de felicidad. La segunda fuerza es aquella parte de la ‚lite gobernante que heredў tras siglos una sicologЎa de traidores y experimenta un placer casi sexual al cumplir con ‚xito su papel de "quinta columna" en la destrucciўn del paЎs natal. La tercera fuerza la constituye el jўven y agresivo mundo criminal criado por la cЈpula corrupta. A ‚l aЈn le interesa poco la polЎtica y la geopolЎtica. Su funciўn es sўlo debilitar el paЎs con el saqueo y el tr fico (aunque parece que la criminalidad ya est  tomando el gusto y no es seguro que se vaya de la escena polЎtica una vez cumplido su encargo). Probablemente, la increЎble eficiencia y viabilidad de Gorbachev se debe a que el reunЎa en su singular personalidad lazos con estas tres fuerzas.

Pero dejemos a los traidores y mafiosos en las manos de psicoanalistas y criminўlogos, hablemos de los idealistas. Es evidente que el proyecto de la liberalizaciўn ideado y acariciado por la inteligentsia democr tica de Rusia, por su alcance y profundidad es incomparable con la revoluciўn de 1917. En aquel momento el proyecto an logo fue apartado por el choque de diferentes "verdades" te¤idas de pasiўn religiosa, y luego fue "digerido" en el curso de la llamada construcciўn socialista. Rusia sobreviviў en forma de la URSS. Ahora se trata de un cambio del tipo de civilizaciўn. ЁCuales son las bases filosўficas de este proyecto?(2)

La metodologЎa marxista, como toda la ciencia positiva del siglo XIX, tiende a extrapolar a fenўmenos y sistemas sociales los m‚todos de las ciencias de la Naturaleza, racionales y libres de la moral. Por consiguiente, los problemas sociales Ўntegros que incluyen un componente de valores morales que sobrepasa el marco de racionalidad cientЎfica, se presentan en forma de modelo unidimensional. Esta abstracciўn cientЎfica muy efectiva en etapa de an lisis, se aplica incorrectamente a la realidad sociocultural. Como consecuencia, la innovaciўn social no se realiza ("se absorbe" por el ambiente social) o, en caso de introducirla por fuerza, le causa a la sociedad traumas dolorosos.

En el proyecto actual esto se refleja en que el problema de liberalizaciўn se presenta en forma de su modelo econўmico. Pero el lado econўmico incluso del problema de la propiedad no es m s que la parte visible del iceberg. El polЎtico no puede ignorar la "parte invisible" (aspectos socioculturales, etc.), ‚sta de todos modos se pondr  de relieve en el curso de la realizaciўn del programa pr ctico, por m s detallado que fuera elaborado el corte econўmico del asunto. Discutiremos aquЎ el aspecto cultural que no desapariciў, por m s que lo tapen los liberales rusos.

Base metafЎsica de la economЎa de libre empresa. El capitalismo generў por primera vez un modo de producciўn que posee capacidad espont nea de crecimiento y expansiўn. El deseo de ampliar la producciўn y elevar la productividad no era motivo natural y eterno en la actividad humana. La producciўn tradicional estaba orientada al consumo (y el beneficio excesivo, al placer) y el espiritu del capitalismo que colocaba por encima de todo precisamente el lucro, ha sido un fenўmeno absolutamente nuevo. Max Weber dice sobre la ‚tica protestante: "Summum bonum de esta ‚tica consiste ante todo en el lucro, el lucro cada vez mayor con el rechazo total del placer proporcionado por el dinero..; este lucro hasta tal punto se entiende como objetivo propio que se convierte en algo transcendente e incluso simplemente irracional con respecto a la "felicidad" o "utilidad" del individuo. Ahora no la adquisiciўn le sirve al hombre como medio de satisfacer sus necesidades materiales, sino toda la existencia del hombre se dirige a la adquisiciўn que se hace el objetivo final de su vida. Esta inversiўn en lo que podrЎamos llamar orden de cosas "natural" (inversiўn sin sentido, desde el punto de vista de la percepciўn org nica), en la misma medida es leitmotiv del capitalismo que es ajeno a los hombres no tocados por el h lito de ‚ste"(3).

AsЎ, la emergencia del capitalismo moderno ha sido una mutaciўn en el desarrollo de la cultura europea. El espЎritu del capitalismo no se desarrollў como resultado de la pr ctica de la libre empresa sino esta misma pr ctica surgiў en base de una nueva y especЎfica percepciўn del mundo - "... y primero fue la Palabra". Subrayemos que el propio Weber considera que desde el punto de vista de la percepciўn org nica el viraje al lucro como objetivo final no tiene sentido, es ajeno a la gente no impregnada por el espЎritu del capitalismo. Podemos, tras Weber, preguntar a los liberales sovi‚ticos: Ёposee la poblaciўn de Rusia percepciўn org nica o es penetrada por el espЎritu del capitalismo? La respuesta es evidente y el modelo de reforma propuesto no es adecuado a la realidad cultural de Rusia. Por consiguiente, los autores de la reforma a partir de su visiўn ideolўgica admiten de antemano la necesidad de implantar la reforma por fuerza y no ajustar el modelo a la realidad.

En la polЎtica socio-econўmica se optў por la variante de la "terapЎa de choque" segЈn el esquema del FMI ensayado en Polonia y Brasil. La probabilidad de ‚xito de esta reforma es tr gicamente baja. El esquema del FMI desarrollado por los economistas liberales de Harvard (cuna de la "‚tica protestante y espЎritu del capitalismo") supone la introducciўn forzada de una especЎfica mentalidad mercantilista en otras culturas. Esto se logra con grandes dificultades en paЎses con las estructuras culturales "d‚biles". En el curso de programas m s suaves (por ejemplo, en la introducciўn artificial de la economЎa de mercado en Uganda) fueron aclaradas las causas por las cuales la sociedad tradicional reacciona "incorrectamente" al esquema del FMI. Incluso en la Polonia catўlica a la cual el "espЎritu del capitalismo" es menos ajeno que a la Rusia ortodoxa e isl mica, la reforma causў un choque cultural(4).

La ideologЎa de la reforma liberal en Rusia se basa en la concepciўn del hombre econўmico propia del marxismo vulgar. Ya que Marx desarrollў su economЎa polЎtica aplicada al hombre de la civilizaciўn europea, dicha concepciўn del hombre casi no contradice a la antropologЎa del neoliberalismo. Por ejemplo, ambas doctrinas suponen que los precios libres (posibilidad de ganar m s) estimulan la producciўn. Esto ha sido el argumento clave para liberalizar los precios en la URSS en enero de 1992. Pero ya Weber demostrў que en las sociedades "no penetradas por el espЎritu del capitalismo" la situaciўn es distinta, y la posibilidad de subir los precios lleva a la reducciўn de la producciўn. El destaca: "El primer adversario con que tuvo que chocar el "espЎritu" del capitalismo y que representaba determinado estilo de vida condicionado de manera normativa y "vestido de ‚tica" ha sido el tipo de percepciўn y comportamiento que puede ser denominado tradicionalismo". Luego Weber demuestra en ejemplos concretos porqu‚ no se cumplen los c lculos de aprovechar la "avidez de lucro" y, por ejemplo, los jornaleros bajan la productividad al subir el jornal(5). Es notorio que la afirmaciўn de que la liberalizaciўn de precios en la URSS empujarЎa el crecimiento de la producciўn pareciў extra¤a no sўlo a la gente con la mentalidad comЈn (al hombre de la calle) sino tambien a los expertos. El presidente del Banco Central de Rusia dijo: "Donde hay monopolio, la liberalizaciўn de los precios puede llevar sўlo al resultado a que ha llevado: el monopolio en seguida empieza a reducir la producciўn, eso est  claro para cualquiera". Pero no tenЎa razўn: eso est  claro sўlo para cualquiera no no haya sido penetrado por el espЎritu del capitalismo.

Indudablemente, un orden econўmico se admite o se rechaza en funciўn de la matriz metafЎsica de los sujetos econўmicos. La reforma supone la transiciўn a la economЎa chrematЎstica (segЈn t‚rmino de Aristoteles). Pero es una revoluciўn cultural de enorme transcendencia que en sus tiempos causў en Europa sacudidas colosales (Weber ve las raЎces de esta revoluciўn en aquel sentido religioso que Lutero le asignў a la vocaciўn en la actividad mundana). La posibilidad de ‚xito de la reforma liberal en la URSS podrЎa ser mejorada si fuera acompa¤ada por un programa cultural orientado no a la destrucciўn de las bases culturales de la sociedad real sino a su convergencia con el modelo liberal. Pero no sucediў asЎ y la propaganda de la reforma no es sўlo inadecuada, sino que produce el efecto contrario. Parece paradўjico, pero los mensajes de los ideўlogos liberales hacen m s da¤o a la reforma que la propaganda de sus adversarios.

Lo sagrado en la cultura de la sociedad tradicional. La Rusia sovi‚tica representa una especЎfica sociedad tradicional. El hecho de que ella pasara por la industrializaciўn y etapas de desarrollo r pido no cambia su tipologЎa. El criterio principal no es el nivel del desarrollo industrial sino el modo de legitimar el poder y los tipos b sicos de relaciones humanas, tanto como la existencia de ciertas normas ‚ticas.

En cambio, en Europa Occidental y las regiones prўximas culturalmente (EE.UU. y Canad , Africa del Sur, Australia) se ha formado la sociedad civil llamada convencionalmente moderna. Esta se sostiene en tres pilares: la economЎa de mercado, la democracia representativa y la ciencia autўnoma de los valores morales. La diferencia de las bases eticas de los dos tipos de civilizaciўn est  relacionada con la capacidad del hombre de la sociedad tradicional de atribuir un significado sagrado a las cosas corrientes y profanas desde el punto de vista moderno. Es importante la autoridad que no se somete al examen con argumentos racionales. Al contrario, en la sociedad civil la comprobaciўn y la destrucciўn de las autoridades no es sўlo una norma sino un importante principio existencial que se deduce del concepto de libertad(6). En la sociedad moderna se desacralizan y se convierten en operaciones tecnolўgicas racionales todos los aspectos fundamentales de la vida humana (nacimiento, enfermedad, muerte). Lo mismo sucede con los institutos de la sociedad, "la hacienda se guЎa por la lўgica de utilidad y bienestar; la t‚cnica se utiliza como enorme instrumento que sirve para cualquier propўsito; el arte se presenta como creaciўn de im genes segЈn las leyes de la est‚tica, y la pedadogЎa como formaciўn de tal hombre que pudiera ser portador de este estado y esta cultura", - dice Romano Guardini.

El protestantismo, al dar la base ‚tica para el capitalismo, destruyў al mismo tiempo las im genes sagradas(7). Se puede afirmar que al hacerse superficialmente atea, la poblaciўn de la URSS en su mayorЎa conservo el ўrgano religioso natural y seguЎa percibiendo el significado profundo de los fenўmenos de existencia, el efecto de la autoridad de los sЎmbolos e instituciones sagrados para el hombre de la sociedad tradicional, tales como Patria, Estado, Ej‚rcito. No se trata de las declaraciones, la conducta o los rituales. La cosa est  en los sentimientos Ўntimos y los remordimientos que se escapan pocas veces, y como regla, de manera incoherente (como, por ejemplo, las l grimas de una parlamentaria-"cocinera"(8) que le gritaba algo ininteligible al acad‚mico Andrey Sajarov quien a su juicio habЎa insultado al Ej‚rcito; estas l grimas y el asombro sincero de Sajarov representaron el drama de choque entre dos civilizaciones profanado por la prensa). En cambio, la atrofЎa del ўrgano religioso en el hombre de la sociedad liberal no se niega por los filўsofos de esta sociedad (Weber, F. von Hayek). En este sentido dice Guardini de la parasitaciўn sobre los valores cristianos, la que est  tocando su fin.

Desacralizaciўn del Estado. El modelo liberal sovi‚tico supone que el Estado no sўlo debe perder todo el sentido sagrado sino se convierte en una especie de "enemigo pЈblico" colectivo. A todo el modelo le es propio un antiestatalismo extremo. Esperando una larga lucha contra el "centro", los radicales usaron los medios polЎticos que minan en principio cualquier sistema estatal (eso se refleja muy bien en el an lisis de la prensa y TV). La "revoluciўn de agosto" generў una nueva ola de antiestatalismo, las maldiciones al Estado se convirtieron en una adiciўn obligatoria a las aseveraciones de lealtad al r‚gimen "democr tico". AsЎ, asustado por las sospechas de conservadurismo, el eminente economista P.Bunich se apresurў a declarar: "Mi actitud es comprobada por toda mi vida consciente, que era lucha incesante contra el monstruo del Estado" (Ёcomo pudo no fracasar la economЎa planificada con tales expertos?).

Desacralizaciўn de la tierra. Una etapa importante de liberalizaciўn consiste en la eliminaciўn del sentido sagrado de la tierra. Durante varios a¤os se est  destruyendo este concepto como sЎmbolo que posee gran contenido religioso para los pueblos de Rusia. Se subraya que la tierra no es m s que un medio de producciўn y un objeto de relaciones econўmicas. Gracias a los medios totalitarios de acallar el inconformismo, por algЈn tiempo ser  posible mantener el debate en el marco de este modelo estrictamente econўmico, obviamente inadecuado. Pero tanto m s destructivo ser  el conflicto cuando la parte oculta de la realidad salga a la superficie. Basta recordar el sЎmbolo de la tierra como Madre, muy importante para la conciencia rusa, para entender la irreductibilidad del problema a las categorЎas econўmicas. Incluso Marx, sin conocer ya por experiencia la mentalidad del campesino, admitЎa que para muchas ‚tnias "la tierra es el cuerpo prolongado del individuo". Es asombroso que los polЎticos ni los economistas se pregunten siquiera, por qu‚ Leon Tolstoi, el espejo de la sicologЎa del campesinado, consideraba la propiedad privada de la tierra moralmente inadmisible, igual que la esclavitud; por qu‚ en las asambleas campesinas en 1917 se exigiў la nacionalizaciўn de la tierra ("la tierra es de Dios"). Se podrЎa entender la conducta de los liberales de hoy si ellos dijeran (aunque por error e incluso, mintiendo) que al cabo de 73 a¤os del poder sovi‚tico el sЎmbolo sagrado de la tierra se ha corrompido y no obstruye ya la privatizaciўn del suelo y su venta a los extranjeros. Pero no, ellos no quieren responsabilizarse con tal afirmaciўn y simplemente dicen que todo eso es ideologЎa y no debe tomarse en consideraciўn(9).

Desacralizaciўn de la propiedad nacional. Privatizaciўn de las empresas pЈblicas. Siendo el Estado un sЎmbolo sagrado, se formaba una actitud especial ante la propiedad pЈblica. Las empresas en la URSS a los ojos del sovi‚tico no eran simplemente medios de producciўn u objeto de propiedad. Eran la base de la hacienda comЈn de todos los pueblos, la fuente de la fuerza del PaЎs. Los liberales sintiendo intuitivamente la presencia de este componente "extraeconўmico" no tuvieron coraje intelectual para sacarlo del subconsciente y hacerlo objeto del di logo con la poblaciўn. Ellos optaron por limitar el modelo. Pero incluso el modelo econўmico del proyecto de privatizaciўn es muy simplificado en comparaciўn con la realidad. Este ignora el mismo concepto de propiedad nacional que en el inconsciente colectivo del pueblo sovi‚tico tiene significado simbўlico profundo.

SegЈn la visiўn sist‚mica del problema la privatizaciўn es sўlo un elemento del proceso. Este elemento consiste en la entrega de la propiedad a los individuos o sus asociaciones, la asignaciўn del derecho de propiedad privada. Pero las empresas estatales forman parte del patrimonio nacional, est n nacionalizadas. El estado no es m s que el administrador de esta propiedad. Para poder privatizarla es preciso realizar la desnacionalizaciўn. Esta es la primera, y muy importante etapa que consiste en la expropiaciўn, la extracciўn de la empresa de su propietario (la naciўn). Esto, evidentemente, de ninguna manera se reduce a las relaciones econўmicas (tal como, por ejemplo, el atraco no significa para la vЎctima simplemente la p‚rdida de cierta parte de su propiedad). En la pr ctica ambos procesos est n unidos estrechamente y a primera vista parecen un solo acto. Pero en realidad se trata de un sistema y no cabe duda de que precisamente la expropiaciўn implica colisiones sociales y culturales agudas, incluso si la compensaciўn econўmica al propietario es adecuada. En Rusia no hay ni rastro de compensaciўn (se habla de una suma ridЎcula de 7 mil rublos por ciudadano, unos 60 dolares, mientras que un cochecito "Lada" cuesta 300 mil rublos). Sin embargo, tanto en las leyes de privatizaciўn como en los medios de prensa el problema de la expropiaciўn se acalla. La misma palabra "desnacionalizaciўn" se convirtiў en tabЈ y no se encuentra ni una sola vez. Ella est  sustituida por el neologismo "desestatalizaciўn".

Es importante el choque cultural que experimentar  el hombre sovi‚tico en tal privatizaciўn. Todas estas f bricas le costaron muy caro a todo el pueblo y la actitud hacia ellas tiene, en realidad, un car cter religioso. Las grandes empresas industriales en el inconsciente colectivo est n sacralizadas. No son "fondos fijos" sino el sudor y la sangre de los padres y abuelos muertos en la industrializaciўn forzada. Por m s que desprecien los liberales el atavismo de la mentalidad de la gente, empieza a actuar una fuerza polЎtica muy importante en Rusia, las sombras de nuestros compatriotas muertos ante las cuales tendremos que responder. El filўsofo ruso S.Frank escribiў: "Los muertos est n callados. Su ej‚rcito innumerable no se levanta de las fosas, no grita en los mЎtines, no compone resoluciones, no forma uniones y no tiene representantes en el soviet de diputados. Silenciosamente se reducen ellos a polvo en sus fosas anўnimas, indiferentes al ruЎdo de la vida y olvidados entre este ruЎdo. Y a pesar de ello, este ej‚rcito de muertos es enorme, puede decirse, la m s grande fuerza polЎtica de toda nuestra vida. De su voz depende el destino de los vivos, tal vez, para muchas generaciones en adelante... Vamos a respetar las sombras de los muertos en el alma del pueblo. Y si ya hemos perdido la ciencia del respeto, vamos, por lo menos, a recordarlas lo suficiente para tenerles miedo y tomarlas en consideraciўn". S.Frank escribiў esto en el verano de 1917. Entonces no hubo dudas de que el pueblo de Rusia en su mayorЎa aplastante tenЎa el ўrgano religioso natural muy desarrollado (precisamente por ello "los muertos eran la mayor fuerza polЎtica de nuestra vida"). ЁHa cambiado algo desde aquel tiempo y en qu‚ medida? Por lo visto, este ўrgano est  considerablemente atrofiado en las generaciones jўvenes, aquellas que vivieron sin dificultades y no conocieron personalmente las penas y p‚rdidas de la guerra, la felicidad del primer Sputnik y la satisfacciўn de la paridad militar con Occidente. A cierta parte de los jўvenes, hoy les son repugnantes nuestras atrasadas f bricas humeantes y las viudas viejas ahumadas por estas f bricas. Pero esta juventud moderna constituye todavЎa una minorЎa. Apoy ndose sўlo en esta fracciўn modernizada del pueblo (cuya modernidad real aun hay que comprobar(10)) ser  imposible realizar ninguna privatizaciўn sin convertirla en una guerra religiosa latente o, quiz s, abierta. Con las consecuencias terribles que producen todas las guerras religiosas. Los dise¤adores del modelo liberal para Rusia deben tener claro que, por inadecuado, este modelo divide la naciўn y pone el paЎs al borde de una nueva guerra civil(11).

Es evidente, adem s, que la fuerte industria nacional en la memoria histўrica del pueblo sovi‚tico est  unida a la imagen sacralizada de la Patria y su seguridad. Tanto el sentido comЈn como la experiencia internacional dicen que el modelo de privatizaciўn propuesto lleva casi con toda seguridad a la p‚rdida de la independencia econўmica de Rusia. Los liberales en todos los paЎses ex-socialistas insisten en la venta del patrimonio nacional. El eminente economista polaco (antisocialista convencido) Rafal Kravchik escribe: "La privatizaciўn por medio de la venta del patrimonio nacional al capital extranjero conlleva la transformaciўn de los polacos en los zulЈs modernos que van a trabajar, posiblemente cobrando en divisas, en las empresas extranjeras. NingЈn polaco, incluso el ex-ministro de industria Wilchek, estar  en disposiciўn de competir con IG Farben, Krupp, Zinger, DuPont o IBM. Cuando la "gran oferta" sea concluida, en el lugar del potencial capital polaco quedar  sўlo el desierto. Este ser  un gran complot entre la burocracia del estado y el capital extranjero. Debemos intentar evitarlo por todos los medios si sentimos alguna responsabilidad por el destino de las generaciones futuras".

Es sabido que los nuevos gobiernos de estos paЎses francamente calificaron la privatizaciўn como medio de destrucciўn de la base del poder econўmico y polЎtico del r‚gimen comunista. Esto ha sido el lema de las campa¤as electorales de 1990. Votaron no a favor de la polЎtica econўmica radical sino contra el sistema comunista ("votos de castigo") y de esta manera les dieron a los gobiernos el mandato de la privatizaciўn como acciўn polЎtica. Como dijo el diputado checo del "Foro cЎvico" I.Shtern, "acabar con el sistema totalitario que empezў con la socializaciўn de la propiedad es posible de una sola manera, esto es, por medio del proceso inverso - la desnacionalizaciўn". ЁEs parecida la situaciўn en Rusia? De ningЈn modo y en ningЈn aspecto. La industria no fue nacionalizada sino construida ya como patrimonio nacional. La mayorЎa aplastante de la poblaciўn nunca admitirЎa una acciўn que conduce a la erosiўn del potencial productivo para ajustar las cuentas polЎticas con nadie. Los comunistas nunca perdieron las elecciones (el mismo concepto del comunista es distinto en Rusia y la idea de "luchar contra los comunistas" parece ridЎcula). Ya est  agotado el recurso polЎtico del "golpe de estado" organizado en agosto de 1991 para crear artificialmente el clima anticomunista y facilitar la privatizaciўn, sin que ‚sta ni siquiera pudiera empezar. El gobierno no encuentra medios culturales y polЎticos para legitimar la privatizaciўn y opta por deformar dr sticamente el problema present ndolo como asunto puramente econўmico. Esto debilita todo el proyecto.

La privatizaciўn radical en la URSS significa la p‚rdida de gran parte del potencial industrial debido a la liquidaciўn de las empresas poco rentables. Esto es absurdo en una economЎa que desde el principio se dise¤ў como un todo y a partir de criterios ajenos al lucro. La idea viene de las escuelas de management norteamericano. Pero incluso dentro del capitalismo no es la visiўn Јnica. El Japўn, por ejemplo, demuestra una actitud muy diferente. Como dice un observador americano, "los japoneses nunca tirarЎan algo tan valioso como su base industrial al azar de las fuerzas brutas de mercado. Los funcionarios de Estado y los legisladores protegen la industria como la clueca a los pollitos". El camino hacia el mercado elegido por los liberales de la URSS es muy diferente al que pasaron los nuevos paЎses industriales de Asia y la decisiўn fue tomada sin ningЈn di logo social y sin siquiera debate entre los especialistas.

Errores metafЎsicos en el proyecto. Las profundas reformas sociales son imposibles de realizar (incluso con una dictadura) si la mayor parte de la sociedad no las percibe como justas segЈn las nociones del Bien y el Mal arraigadas en los arquetipos de la conciencia nacional. Por lo tanto el punto clave del apoyo ideolўgico de la reforma es la elecciўn correcta del modelo antropolўgico. ЁQu‚ es el hombre y cўmo debe vivir con otros hombres? El ideўlogo que argumente la reforma de modo contrario a la conciencia nacional la llevar  al fracaso. Los liberales sovi‚ticos con su mentalidad de revolucionarios no hicieron ningЈn intento de hallar un compromiso entre su modelo y los conceptos antropolўgicos de los pueblos ortodoxos e isl micos. Ellos simplemente rechazaban y ridiculizaban estos conceptos, en muchos casos de forma insultante.

El "derecho natural" en la economЎa de mercado se basa en la idea de egoЎsmo intrЎnseco del individuo libre, para el cual la economЎa es la arena de la lucha por la existencia. Tal visiўn del hombre y la apariciўn de la economЎa de mercado en el mundo cristiano fue posible sўlo gracias a la Reforma, a la destrucciўn del cuadro del Universo medieval en el curso de la revoluciўn cientЎfica, y a la asimilaciўn de la racionalidad cientЎfica como modo de pensar. El individuo se liberў de las cadenas de la ‚tica de hermandad religiosa. Hobbes presenta al hombre como solitario, dependiente sўlo de si mismo que se encuentra en un ambiente hostil donde su status se determina por su poder sobre los dem s. La lucha entre individuos, grupos, clases y naciones en el modelo liberal no es una anomalЎa sino el orden natural de las cosas. Nietzshe expresў la idea de la lucha como la esencia de las relaciones humanas, su rechazo consciente de la compasiўn y apoyo a los d‚biles en forma po‚tica. En su "M s alla del bien y del mal" escribe: "la vida misma en su esencia es apropiaciўn, da¤o, dominaciўn del ajeno y del m s d‚bil, opresiўn, severidad, implantaciўn por fuerza de las formas propias, anexiўn y al menos, en el caso m s suave, la explotaciўn". Introduciendo este modelo, los liberales rusos emplean la fraseologЎa extrema. El periўdico predilecto de Eltsin "Jўven comunista de Moscu" (cuyo redactor jefe es ahora el ministro de prensa) expone la esencia del hombre asЎ: "Expulsado del ParaЎso, se embruteciў hasta tal punto que empezў a devorar a sus prўjimos, figurada y literalmente. La naturaleza del hombre, como de todo lo vivo en la Tierra, se basa en la selecciўn natural, en su forma m s cruel - la selecciўn intraespecЎfica. ­Cўmete a tu prўjimo!".

Este modelo es absolutamente inadecuado para los arquetipos de la masa de sovi‚ticos. A pesar de las declaraciones ideolўgicas, la mayorЎa sigue manteniendo el concepto del hombre propio de la sicologЎa comunitaria que es adicta al ideal igualitario, y se siente segura sўlo en una u otra estructura solidaria. En Rusia no ocurriў la atomizaciўn del hombre tan necesaria para el modelo liberal. Por eso la creaciўn en esta sociedad del r‚gimen de una latente "guerra de todos contra todos" suave, entre individuos, es una tarea imposible. Tal intento llevar , casi seguro, a una guerra abierta entre grupos solidarios (no importa de que clase de solidaridad se trate)(12).

La atomizaciўn del hombre en la sociedad burguesa fue apoyada por la ideologЎa surgida a partir de la teorЎa de la evoluciўn, el darwinismo social. El derecho natural de la lucha mutua obtuvo la argumentaciўn biolўgica. Como escribe el historiador del darwinismo R.Grasa, el darwinismo social entrў en el equipaje cultural de la civilizaciўn occidental y "gozў de mucha audiencia... sobre todo por su versiўn conservadora, legitimadora del liberalismo econўmico y del primitivo capitalismo industrial".

La situaciўn cultural de Rusia era muy diferente. En Rusia el darwinismo fue aceptado r pidamente, sin encontrar ninguna oposiciўn. Pero la cultura de Rusia fue incompatible con el componente malthusiano del darwinismo. Los cientЎficos rusos advertЎan que se trataba de una teorЎa inglesa inspirada por las doctrinas de la economЎa polЎtica de la burguesЎa. Se produjo la adaptaciўn del darwinismo al medio cultural ruso ("Darwin sin Malthus"), de tal manera que la concepciўn de la lucha por la existencia fue sustituida por la teorЎa de la ayuda mutua interespecЎfica. La tesis principal de este darwinismo "no malthusiano" vinculado ante todo a P.Kropotkin consiste en que la posibilidad de supervivencia de los seres vivos aumenta en la medida en que ‚stos se adaptan en forma armoniosa unos a otros y al medio ambiente(13). Los recursos culturales con que los liberales suponen destruir esta larga tradiciўn metafЎsica son muy pobres. Y cuanto m s extremista y exagerada se hace su propaganda a trav‚s de la prensa totalitaria, mayor es su rechazo.

Ahora los propios lЎderes intelectuales de Occidente se dan cuenta que el postulado de la esencia egoЎsta del hombre y su individualismo intrЎnseco son un mito destinado a legitimar un tipo de relaciones humanas muy especЎfico. SegЈn recuerda Olof Palme, F. von Hayek en 1984 incluso reconociў que "la economЎa de mercado exige eliminar ciertos instintos naturales de la gente. Hay que eliminar sentimientos de solidaridad y compasiўn humana". Es decir, ‚l consideraba estos instintos naturales. Realmente, si la civilizaciўn occidental ya pasў por el doloroso "trauma del parto" de la Reforma protestante y la atomizaciўn de la sociedad, es preferible seguir su camino, sustituyendo el instinto de solidaridad por los programas sociales racionales. Pero Ёdebe (y puede) eliminar los instintos naturales la sociedad que no habЎa experimentado este trauma? En Rusia para ello hace falta un r‚gimen totalitario y muy cruel.

Preparando a la sociedad para esta idea, toda la prensa liberal cambiў bruscamente la fraseologЎa. A los obreros que se oponen a la privatizaciўn se les llaman "lumpen", "mantenidos sociales", "rojos-pardos" (hЎbrido de comunistas y fascistas). La Ley de privatizaciўn tiene un preambulo segЈn el cual la dificultad principal de la privatizaciўn se ve en la "mentalidad de jornaleros y mantenidos sociales de la mayorЎa de nuestros compatriotas, fuerte orientaciўn igualitarista y desconfianza a los empresarios nacionales; asЎ como la resistencia de la capa de obreros lumpenizados de baja cualificaciўn que ser n expulsados de sus sitios tibios por la privatizaciўn" (­vaya lenguaje democr tico!).

ЁCўmo se propone actuar el r‚gimen autoproclamado democr tico admitiendo que la mayorЎa de compatriotas est  contra la reforma? Abriendo un di logo social para convencer? De ningЈn modo. Insiste en la aplicaciўn de la violencia revolucionaria contra las "masas reaccionarias". La "Literaturnaya gaseta" en boca de su redactor propone: "A diferencia de su rol actual estrecho... las autoridades militares deben, a la orden del Presidente, garantizar la acciўn de las leyes claves de la reforma econўmica. La administraciўn civil, aunque elegida democr ticamente, no domina la situaciўn y no podr  hacer frente al odio clasista de las muchedumbres lumpenizadas. El Ej‚rcito, tal vez, podr ". Eso fue dicho antes del empobrecimiento catastrўfico de la poblaciўn. Pero ya en vЎsperas de la subida loca de los precios el eminente liberal, lЎder del Movimiento de Reformas Democr ticas G.Popov dijo que en caso de "revueltas hambrientas" ‚l no hubiera puesto ningЈn lЎmite en la violencia: "Considero posible y necesario aplicar en este caso la fuerza y aplicarla lo m s rapido posible. Es mejor emplear la policЎa sin armas que armada. Es mejor emplear la policЎa armada que mandar tropas. Es mejor mandar tropas que emplear la artillerЎa, la aviaciўn... AsЎ que desde este punto de vista la cuestiўn es sencilla". En realidad, esto es el fracaso de todo el proyecto liberal - la amenaza de utilizar la artillerЎa y la aviaciўn contra las ciudades donde haya protestas. Comprende muy bien el se¤or Popov que los aviones de guerra y los ca¤ones no van a cazar a los activistas sindicales, para este g‚nero de armas el objeto es la ciudad, es la poblaciўn indiscriminadamente(14).

De nuevo, como en cualquier proyecto revolucionario, como rehenes de las ideologЎas radicales se toman millones de personas sencillas, para ellas no habr  lugar en el "porvenir luminoso"(15). El filosofo de la perestroika Grigory Pomerantz escribe sobre el pueblo sovi‚tico: "SegЈn las encuestas, cerca de la cuarta parte de la poblaciўn prefiere vivir hambrienta pero trabajar poco. Creo que aun m s. Cada paso hacia la civilizaciўn arroja del camino a los millones de lumpens corrompidos por el sistema estalinista y ya incapaces de vivir en ningЈn otro sistema". De modo que unos 75 millones de mis compatriotas "corrompidos" est n condenados a ser arrojados del camino hacia la civilizaciўn, declarados "incapaces de vivir". Para mЎ, tanto como para ellos, el sentido del proyecto ya est  claro, y cada vez m s gente en Rusia adquiere la claridad de pensamiento.

La cuestiўn es Ёqu‚ actitud adoptar , aunque sea en su alma, aquel europeo razonable que tanto desea considerarse demўcrata y humanista?

 

 

 

1) Da mucho que pensar todo el conjunto de met foras de los "arquitectos de la perestroika". Sabroso material para el psicoan lisis.

2) Al fin y al cabo estas bases dependen del cuadro del mundo. Una cosa es el mundo de Newton, Adam Smith (o Marx) y Malthus, y otra cosa, el mundo de Vernadsky, Mendeleev y Kropotkin. El mecanicismo por un lado y la mentalidad ecologista, por otro.

3) Por supuesto, la pasiўn de lucro existiў siempre y Weber considera especial y detalladamente la diferencia cualitativa entre el lucro capitalista como deber profesional y los tipos de avidez propios de las sociedades tradicionales.

4) En realidad, en toda la Historia no se conoce ni un caso en el que la sociedad tradicional cambiara su genotipo despu‚s de la inyecciўn forzada del virus del capitalismo occidental. Tales sociedades se destruЎan (como en Africa o Am‚rica del Norte) o se protegЎan por una barrera cultural o militar para encontrar su vЎa de industrializaciўn (Japўn, China, hasta hace poco, Rusia).

5) "El hombre "por su naturaleza" no tiende a ganar dinero, m s y m s dinero. El quiere simplemente vivir, vivir de manera acostumbrada y ganar lo necesario para esta vida. En todas partes en que el capitalismo moderno trataba de elevar la "productividad" del trabajo aumentando su intensidad, ‚l chocaba contra este leitmotiv de actitud precapitalista al trabajo, detr s del cual se escondЎa una resistencia singularmente tenaz", - dice Weber.

6) El historiador de la cultura y teўlogo Romano Guardini escribЎa: "En cuanto a la autoridad, hablar de la "falta de libertad" no es sўlo inexacto sino deshonesto. Este juicio emocional viene de la admiraciўn que sentЎa la Edad Moderna ante la autonomЎa que tuvo que conquistar en la lucha contra la mentalidad autoritaria de la Edad Media; pero tambi‚n del ressentiment de la misma Edad Moderna para la que la revoluciўn se convirtiў en estado habitual. La autoridad es la base de toda vida humana, no sўlo adolescente sino tambi‚n de la m s madura; la autoridad no solamente ayuda al d‚bil sino que encarna la esencia de toda altura y grandeza; por lo tanto la destrucciўn de la autoridad inevitablemente trae a la vida a su semejanza perversa, la violencia. Hasta que el hombre medieval siente la unidad del ser, percibe la autoridad no como cadenas sino como vЎnculo con lo absoluto y como punto de apoyo en la Tierra".

7) Karl Gustav Yung escribe (en "Arquetipo y sЎmbolo"): "Las formas inconscientes siempre encontraban su expresiўn en las im genes protectoras y curativas y asЎ se transmitЎan al espacio cўsmico situado fuera de los lЎmites del alma. El asalto a las im genes emprendido por la Reforma literalmente abrio una brecha en la muralla protectora de las im genes sagradas... La historia del desarrollo del protestantismo es una crўnica del asalto a las im genes. Una muralla caЎa detr s de otra. Y no era demasiado difЎcil destruir despu‚s de socavar la autoridad de la Iglesia. Grandes y peque¤as, universales y Јnicas, las im genes se rompЎan una tras otra hasta que, al final, llegў la terrible miseria simbўlica reinante hoy... La Humanidad protestante estuvo echada fuera de las murallas protectoras y se encontrў en una situaciўn que hubiera horrorizado a cualquier persona que viva de modo natural, pero la mente ilustrada no quiere saber nada de eso y, por consecuencia, busca en todas partes lo que habЎa perdido en Europa".

8 )Durante todos los a¤os de perestroika la prensa liberal ridiculizaba el aforismo polЎtico de Lenin de que "la simple cocinera puede y debe aprender a gobernar el Estado", asЎ que la palabra "cocinera" se hizo nombre comЈn para los diputados provenientes de las capas trabajadoras. Contrarios a Lenin, los liberales formularon, sin sospechar ellos mismos, la imagen espantosa del "estado decisionista" tecnocr tico al afirmar que "el Estado debe ser gobernado por el cientЎfico".

9) Mi amigo, doctor en ciencias quЎmicas, hijo de campesinos que "aprendiў a andar detr s del arado en seguida despu‚s de aprender a andar", escribiў un llamamiento po‚tico a los parlamentarios que terminaba: "Estimados diputados: antes de votar por la Ley de privatizaciўn de la tierra pўnganse de pie y honren con silencio la sangre que ser  derramada a raЎz de esta Ley". Para su carta, de gran valor filosўfico, no se encontrў lugar en la prensa democr tica.

10) En 1992, dando en la universidad de MoscЈ el curso "Ciencia y Sociedad", yo proponЎa a los alumnos como ejercicio las preguntas m s sencillas. Para nuestro asombro comЈn resultў que los estudiantes que se identificaron un nimamente como demўcratas y liberales convencidos, al bajar al nivel de conceptos, un escalўn m s fundamental que estos ideologemas, demostraron la mentalidad tЎpica de sociedad tradicional. A ellos les ha sido ajena la idea clave de la civilizaciўn moderna, la libertad de la ciencia de los valores morales (para ellos la ciencia es "instrumento del Bien"). Ellos rechazaron, tras larga reflexiўn, la afirmaciўn de que "el Estado debe ser gobernado por el cientЎfico", ya que la mentalidad de la "cocinera" incluye los valores ‚ticos universales para toda la sociedad. Y eso que la existencia de tales valores se niega en la sociedad moderna: "La solidaridad nacional con un cўdigo ‚tico universal o un sistema Јnico de valores implЎcito en cualquier plan econўmico - es una cosa desconocida en la sociedad libre" (F. von Hayek, "El camino hacia la esclavitud").

11) La estructura de la guerra civil que est  madurando en Rusia es muy compleja (es un tema especial). El desentendimiento profundo de lo que sucede por parte de los liberales se refleja en el hecho de que la privatizaciўn rompe la paz nacional lograda despu‚s de la guerra civil de 1918-1921 precisamente en base a la condiciўn de que las empresas fueran nacionalizadas. La burguesЎa dejў de resistir entregando la propiedad a la naciўn y no a los revolucionarios m s listos. En la privatizaciўn actual en mayor grado se sienten robados precisamente los descendientes de los empresarios rusos. Por eso hoy en las manifestaciones antigubernamentales van juntas la bandera roja y la mon rquica.

12) Desde luego, la ingenierЎa social proporciona medios para la desestructuraciўn r pida y atomizaciўn de la sociedad. Es, ante todo, el paro masivo. Haciendo pasar por el paro grandes masas de personas es posible, gracias a tal "terapЎa de choque", por un tiempo deformar la visiўn del hombre.

13) Exponiendo esta concepciўn del "darwinismo libertario" de Kropotkin, A.Gutierrez Martinez (de la Universidad de Deusto) nota: "La autoafirmaciўn ha sido glorificada y ha pasado a ser parte inconsciente del acervo o patrimonio cultural de Occidente, por el contrario la ayuda mutua ha sido olvidada y rechazada".

14) Mientras el Ej‚rcito Sovi‚tico no est‚ completamente destruido y sustituido por el profesional, las represiones en masa contra la poblaciўn son imposibles. Ahora con el dinero del poder local y los empresarios se crean las organizaciones paramilitares para la "defensa de la democracia" (por ejemplo, los destacamentos "Agosto 91"). Ya no se habla del "estado de derecho". Pero es un proyecto utўpico ya que como respuesta va a surgir la "guardia obrera" y la tendencia a los soviets (consejos) de tipo bolchevique.

15) La respuesta de las masas es adecuada. Es notorio el cambio brusco en el lenguaje de la gente en las colas despu‚s de la liberalizaciўn de los precios en enero de 1992 (a propўsito, el concepto de liberalizaciўn no es v lido ya que el estado sigue siendo el patrono principal y a la vez el Јnico vendedor de mercancЎas; en enero se produjo la disminuciўn mЈltiple del salario y pensiones hecha por el patrono monopolista de manera autoritaria que no tiene nada que ver con el mercado). Se produjo la ruptura radical entre las masas y el estado que "habЎa enga¤ado al pueblo" y perdiў su legitimidad. La cola ya no se divide, como en diciembre, en "demўcratas" y "conservadores". Ahora ella es "NOSOTROS" y el r‚gimen, "ELLOS".


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